Reduce el estrés gracias al aceite de oliva
Por La Boodega del Aceite | jueves, 24 de febrero de 2022
El consumo diario de aceite de oliva ayuda a combatir la fibromialgia, el estrés psicológico y la depresión.
Desde hace muchos años es bien conocido que gracias al alto contenido en antioxidantes del aceite de oliva, su consumo es eficaz en la lucha contra el estrés oxidativo, causante de enfermedades como el cáncer o enfermedades cardiovasculares.
Lo que no es tan conocido es que también es una gran línea de defensa frente al estrés más habitual y conocido, el estrés psicológico, así como frente a la depresión y la fibromialgia y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson.
Expertos apuntan que ambos tipos de estrés, oxidativo y mental, van de la mano y que cada vez afectan a personas más jóvenes.
En palabras de Mónica Nieto, farmacéutica y experta en las propiedades del aceite de oliva "Cuando hablamos de estrés-ansiedad, cuando decimos que estamos estresados o ansiosos, no nos paramos a pensar en el significado de estos síntomas, cuáles son sus causas y cómo prevenirlas. Estos síntomas son el resultado del estrés oxidativo o deterioro que se produce en nuestro organismo y que podemos y debemos evitar, por lo que la alimentación es un factor clave en la prevención y tratamiento del estrés oxidativo".
Así, nos explica que para combatir el proceso de oxidación natural que es el envejecimiento es fundamental una dieta rica en antioxidantes, cómo los aportados por el aceite de oliva, que junto a su alto contenido en ácido oleico y vitaminas E y K, hacen de este alimento un ingrediente esencial de esta dieta.
Además el consumo diario de aceite de oliva se ha demostrado eficaz frente a la fibromialgia, la ansiedad o la depresión.
De acuerdo con Nieto, que recomienda su consumo a todas las edades “se ha demostrado científicamente que el consumo de aceite de oliva virgen extra mejora la producción de encefalinas cerebrales, responsables de mejorar los síntomas en las situaciones de estrés y su incorporación en nuestra dieta diaria nos proporciona un bienestar similar al que obtenemos cuando hacemos deporte o cuando escuchamos música, no solo con su ingesta en el desayuno, comida y cena, también por vía tópica cómo cosmética ecológica”
No en vano numerosas investigaciones científicas han confirmado en los últimos años que el consumo de aceite de oliva virgen extra está vinculado a numerosos beneficios para la salud relacionados con el buen funcionamiento cerebral o el bienestar cardiovascular, y es reconocido internacionalmente como una de las mejores opciones para cocinar y alimentarse de forma saludable.
De un lado, la
vitamina E, particularmente en presencia de vitamina C, ayuda a mantener una buena memoria, desacelera la pérdida de memoria y reduce en gran medida el riesgo de enfermedad de Alzheimer y demencia, cómo vemos en este
Estudio de la Universidad de Harvard
Por otra parte, la vitamina K ayuda a mantener la agudeza cerebral a medida que uno envejece y aumenta la velocidad de procesamiento cerebral. También juega un papel importante en la prevención del Alzheimer.
Unas propiedades que se mantienen en su estado óptimo en los aceites de oliva virgen extra, prensados en frío sin ningún otro procesado adicional, que aportan mayor calidad por su mayor contenido en polifenoles.
Tal y cómo describe Antonio Luque, presidente de la principal cooperativa agroalimentaria productora de aceite de oliva y aceitunas de mesa, la variedad que mejores propiedades presenta en términos de mayor contenido en polifenoles y vitaminas es la picual, que es también la más extendida a nivel mundial y duplica el número de miligramos de polifenoles por gramo de aceite exigido por el Reglamento 432/2011 de la UE para que el aceite pueda alegar tener las propiedades beneficiosas descritas.
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